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Ojo con estos tres tipos de “influencers”

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Es hora de conocer a los “influencers”, líderes de opinión de la era digital cuyo hábitat natural son las redes sociales.

Desde ahí comparten sus opiniones, tendencias, estilos de vida y gustos a distintos tipos de públicos. Los influencers se enmarcan dentro del “Marketing de contenidos”, y son muy utilizados para posicionar marcas. Muchos son pagados para fomentar el consumo de modas, servicios o productos. Otros no reciben pago monetario, pero su objetivo es influir e impactar en grandes grupos sociales. Son una vitrina globalizada inserta intrínsecamente en las redes sociales y su real capacidad debe ser analizada caso a caso.

El peso y poder de un influencer se mide en términos cualitativos y multidimensionales. El más poderoso es el que conecta más personas, las mueve y las hace cambiar sus conductas, comportarse de alguna determinada manera o tomar alguna actitud y acción definida.

Tres grandes tipos de influencers

Celebridades

1

Por ejemplo, futbolistas, músicos o modelos- suman cientos de miles de seguidores en sus cuentas de Facebook, Instagram o Twitter. Muchas veces su principal objetivo es promover su propia marca, de la mano con alguna estrategia publicitaria, o mostrar sus mejores looks usando ciertas marcas de ropa para aumentar sus ventas.

Referente

2

Son expertos en algún tema o área de conocimiento. Son ávidos consumidores de información en sus respectivos nichos, e intensivos usuarios de las redes sociales, donde encuentran, cultivan y construyen sus audiencias, quienes a su vez redifunden sus comentarios y masifican sus opiniones. Su mayor patrimonio es la credibilidad, algo que no deben transar si quieren mantenerse vigentes y activos. En esta clasificación caben desde periodistas hasta bloggeros varios, chefs o íconos caza tendencias.

Anónimos

3

Son todos quienes alguna vez han usado una red social para recomendar algo o dar su opinión, con total independencia y honestidad, atributos muy valorados por otros usuarios digitales. Los marketeros saben que estos influencers no deben ser ni pagados ni sobornados, pero sí deben ser siempre escuchados. Las marcas deben invertir tiempo y recurso en escuchar todo lo que se dice sobre ellas en la maraña del ciberespacio.