Convertir una botella en un vaso no es una idea nueva. El aporte de Green Glass es hacerlo de manera sofisticada, sintonizando con un público jóven que comulga con su filosofía. “Rescatamos esta idea y la pusimos en boga. Lo más difícil ha sido posicionar al producto como cool, porque se veía como algo de feria artesanal”, cuenta Alfredo García, integrante del equipo comercial de Green Glass, empresa que partió en 2009.

“Somos una Empresa B y parte de la Organización Mundial de Comercio Justo, nuestra línea de producción es 100% chilena y trabajamos muy de cerca con los recicladores de base, a quienes pagamos un mejor precio por el vidrio botella”, agrega García. Los saldos rotos los donan a Coaniquem, fieles a su conciencia socioambiental.

Apuesta por el diseño

El diseño de sus vasos refleja el espíritu de esta empresa que da trabajo a 12 personas. Sus vasos serigrafiados, como sus demandados sets “piscoleros”, los vasos “cheleros” y otras líneas desarrolladas en distintas alianzas, dan cuenta del carácter festivo y alegre de la marca.

También trabajan en el mercado corporativo y han logrado entrar en bares y restoranes para dar un testimonio vivo de que el vidrio no es basura y de que cualquier botella puede transformarse en un estupendo vaso. El packaging es muy cuidado para evitar quebraduras o trizaduras, pero también es parte del marketing de la marca.

Orientación al e-commerce

El 65% de las ventas se hace online. Despachan a todo Chile, incluso a Isla de Pascua. El 2017 tuvieron 6 mil pedidos a través de su página transaccional. El 75% paga con tarjetas vía Webpay y el 25% restante utiliza la opción de pagar con transferencia bancaria. En la tienda-taller ubicada en La Reina, más del 80% de las ventas se hacen a través de medios de pago electrónicos.

El sitio web y el manejo de las redes sociales está focalizado a que la gente le tome cariño a la marca. Muestran su trabajo codo a codo con recicladores, su amor por la nobleza del vidrio y destacan la historia emprendedora de Óscar Muñoz, fundador de Green Glass.

“Tenemos el desafío de innovar, que la gente no se aburra con los mismos vasos”, añade García, y adelanta que ya están pensando en un vaso republicano y otro fashion.