María José Aguirre, socia fundadora de María La Biyux, cuenta que tras trabajar 10 años en retail y con el nacimiento de su segundo hijo, sintió que la maternidad le había dado vueltas sus prioridades, por lo que renunció a su trabajo, tomó un curso de telar y… algo cuajó, según recuerda.

Amante del diseño, comenzó a investigar texturas, formas y colores. Así nació María La Biyux, marca de accesorios textiles. “Desde el inicio, la iniciativa siempre tuvo foco en dos ejes: la moda y el telar como actividad terapeútica; por eso me resonó compartir desde lo femenino el acto de tejer, trabajando la autoestima, la reparación y la tolerancia a la frustración”, cuenta.

Luego, presentó el proyecto al Centro Penitenciario Femenino de Santiago, por lo que de este modo consolidó su tercer eje, el social. Así desde mayo de 2017, María La Biyux instaló su taller en este centro y la mano de obra de su emprendimiento corrió por cuenta de las reclusas.

Súper gratificante

“Actualmente trabajan 4 mujeres en el taller, sus tejidos son de excelente calidad y son ellas mismas las que se asombran por el producto final. La experiencia ha sido sumamente gratificante, tiene que ver con pensar en el otro, educar y acompañar. Para las tejedoras ha significado aportar a sus hogares económicamente, lo que les devuelve su dignidad. Así van tejiendo una nueva realidad, tanto para ellas como para sus hijos y familias”, explica María José Aguirre.

La única publicidad realizada es a través del boca a boca que se ha generado vía sus vitrinas virtuales: la cuenta de Instagram @marialabiyux y su web www.marialabiyux.com . Y, además, participa en los circuitos de las ferias de diseño para dar visibilidad al proyecto y mover mayor volumen.

La experiencia con Transbank ha sido muy buena. “Creo que han leído muy bien el mercado de los emprendedores y de las ferias. El 99% de las transacciones son realizadas con equipos Transbank. Hay un buen soporte comercial, seguimiento, evaluaciones y reportería”, acota la emprendedora.