Sin ventas no hay cobros

Ferias libres:

El desafío de seguir vigentes

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Comunicación, marketing y apertura a los medios de pago electrónicos son parte de la estrategia de este tradicional rubro comercial chileno.

Sólo en la Región Metropolitana, cada fin de semana, más de 2 millones de personas van a las ferias libres buscando verduras y frutas frescas de la estación y tantos otros productos agrícolas o pesqueros, según datos de la Confederación Gremial Nacional de Organizaciones de Ferias Libres (ASOF C.G). Son verdaderos lugares de encuentro que luchan por mantener su identidad y a la vez renovarse para mantener su atractivo.

Los registros históricos de la gremial indican que lo que sería la primera feria del país data de 1789, año en que el Cabildo de La Serena facilitó la Plaza de Armas de la ciudad para la venta de legumbres, productos cárneos y artesanía, entre otros, los primeros sábados del mes.

Desde entonces, en nuestro país las ferias siguen vigentes, con nuevos desafíos impuestos por el desarrollo y diversificación de supermercados y la irrupción del comercio online. Pero ahí siguen las ferias, todos los wikenes del año, coloridas y vivaces, alegres y ruidosas, en un negocio que transa US$ 2.500 millones al año.

El catastro de SERCOTEC de 2016 contabiliza 1.114 ferias libres de en el territorio nacional, lo que representa unos 113.112 emprendimientos familiares que dan trabajo en forma directa a 340.000 personas.

Porque “frescura” es la premisa, de acuerdo a ASOF, en las ferias libres se comercializa el 70% de la producción hortofrutícola del país, un 60% de productos del mar y el 50% de la producción de huevos.

Del total de productos a la venta, un 60% corresponde a alimentos frescos. El 40% restante corresponde a artículos de uso personal, abarrotes e incluso libros o ropa. Por esta razón las ferias son valoradas como un aporte a la alimentación sana y saludable de la población, lo que es un atributo positivo.

Para mantenerse vigentes las ferias han apostado por innovar en distintos aspectos sin traicionar su identidad; ser una plaza pública que ofrece lo mejor de nuestro campo y su producción.

Sector que se moderniza

¿Cómo se han adaptado los feriantes a los nuevos hábitos de compra y consumo de los chilenos?

En primer lugar se han ido profesionalizando, ofreciendo métodos de pago electrónicos en prácticamente todos los locales. En este aspecto se ha avanzado sustancialmente, pero sigue el desafio de seguir sumando más locales que ofrezcan la posibilidad de pagar con débito o crédito.

Los vendedores tienen la ventaja de conocer a su clientela, los “caseritos” con quienes se generan vínculos, lo que siempre impacta en una buena atención y servicio.

Atendiendo a un público urbano con menos tiempo, se han desarrollado ferias de bolsillo o express que ofrecen los productos de siempre, pero en un formato más pequeño. De esta manera se han aprovechado plazas, bandejones e incluso espacios a la salida de estaciones de metro. Es frecuente encontrar acá productos preelaborados como bolsitas de ensaladas picadas del día -llegar y aliñar-, bandejas con verduras para hacer un chapsui estilo oriental o un salteado más meditarráneo.

Y para mantenerse vigentes, saben que hay que comunicar sus ventajas. Para eso desde la ASOF cuentan con un departamento de comunicaciones y también han desarrollado un podcast para dar a conocer su negocio. Se trata del agropodcast “Lleve de lo bueno” realizado junto a la radio MINAGRI y que a la fecha ya tiene 9 entretenidos episodios.

Otras de las iniciativas destacables es que algunas ferias ofrecen un descuento especial para clientes de la tercera edad, lo que se percibe como una acción de marketing solidaria con nuestros adultos mayores y a la vez es una forma de fomentar una alimentación sana en esta etapa de la vida.

También han invertido tiempo y energía en mejorar su organización interna, su relación con otras ferias libres así como con las autoridades comunales y otras instancias públicas y privadas para seguir en la senda de ser los mayores proveedores de alimentos frescos en el país.