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No cualquier polera

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Manga Corta nació como un emprendimiento para ahorrar y poder viajar en el verano.

No cualquier polera

Alan Earle, su ideólogo y hoy uno de los cuatro socios, partió cuando aún cursaba tercer año de ingeniería civil. "Era el momento para atreverse", recuerda. Sus poleras se vendían bien, entonces el paso siguiente fue hacerlo por internet. También tuvo buenos resultados. Ya egresado se planteó hacer crecer

Manga Corta, pero con un modelo de negocios distinto. Así en 2012 nació la plataforma virtual que recibe diseños de artistas y pedidos de poleras de los consumidores.
Manga Corta junta oferta con demanda. Todos ganan, el diseñador se lleva una comisión cada vez que su diseño es elegido y el consumidor se lleva un producto personalizado y original. Cuentan con más de 8 mil diseños de mil diseñadores chilenos y extranjeros

Hoy también venden polerones, carcasas de teléfonos, tazones, chapas y eco bolsas, entre otros. Pero no todo fue fácil. Debieron vencer los temores de comprar ropa online, sin probarse las tallas o sin conocer la calidad de las telas. "Nos adaptamos a los consumidores, les ofrecemos despacho y cambio de tallas gratis. Atacamos nichos que malls y tiendas no cubren, como por ejemplo pet lovers, cleteros, gamers, geeks", cuenta Alan.

Más información: www.mangacorta.cl