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TweetEl proyecto ganador del concurso, que fue implementado para la óptica “Retrovisión”, fue elegido entre todos los participantes por indagar alternativas e innovar en la exhibición de anteojos, tema difícil de abordar. “Esta vitrina nos demuestra a través de acciones simples, resultados agudos. Existe un buen manejo de la composición, el color y la iluminación. Su diseño, diferente e innovador, se alinea con la propuesta de la marca a la que pertenece”, detalló el jurado.
A la ganadora del concurso le gusta la confección y la creación de objetos en papel y por ello hizo un curso el año pasado. “Ahí le tomé amor a esto, participé en distintos seminarios y comencé a leer sobre vitrinismo”, explica y agrega: “Envié mi primer trabajo al concurso y gané. Realmente no podía creerlo, lloré de emoción, ha sido un gran regalo, porque siento que este diplomado es el lugar indicado para aprender todo lo que me falta, gracias a los profesores que tienen una extensa experiencia en este rubro. Me siento súper bendecida y agradecida de Transbank por haber elegido mi trabajo. Ahora solo depende de mí absorber el mayor conocimiento posible”, explica Carla Muñoz.
“No poseo estudio alguno relacionado al arte, diseño o estética. Pero siempre me ha motivado lo visual, ambientar, decorar, con el propósito de causar una memoria visual en quien ve mi trabajo o las cosas que realizo. Busco transmitir una emoción de contemplación que permita guardar un registro emocional en su memoria”.
Vitrina desarrollada por la Chocolatería Peumayen ubicada en Valdivia. El jurado valoró la puesta en escena donde el producto logra una satisfactoria integración con el montaje, una atmósfera cálida y atractiva que invita a reflexionar sobre la importancia del color y la iluminación en un proyecto de vitrinismo.
“Me motiva el hecho de poder comunicar a través de una vitrina diferentes ideas, sueños, pasión por la moda, recrear fantasías. Y claro, cuando comercialmente funcionan, ¡es mucho mejor!”.
Vitrina desarrollada para la tienda Pez. El jurado valoró el escenario logrado, en el que los elementos se comunican a través de texturas, cromatismos y una composición cuidada. La paleta de color nace en la selección del vestuario de las maniquíes y se proyecta en los elementos decorativos de aéreo, piso y fondo, generando una atmósfera coherente y sofisticada en beneficio del producto.
“Considero que el vitrinismo es un arte, me encanta crear ambientes casi alegóricos, con el fin de presentar y exhibir un producto. Además, otorga un valor agregado a la experiencia de compra, un punto sumamente importante a la hora de posicionar una marca en el mercado. El Visual Merchandising es una estrategia imprescindible y lo he podido comprobar como vitrinista, consumidora y creadora de una marca de accesorios”.
Vitrina desarrollada para el área de DecoHogar de una multitienda. El jurado valoró la calidad en la composición, correcta carga, orden y limpieza visual generando mundos claros y atractivos que se apoyan solamente en el mobiliario permanente de la tienda.