Lo vegetal

Tiene que ver con un espíritu selvático que va más allá del gusto por lo natural. Hojas de plátano, palmeras o manto de Eva son los elementos que se priorizan, no solo en vitrinismo sino que también en decoración e interiorismo. Entre algunas sugerencias: han vuelto con furor las plantas de interior, muy de moda en décadas pasadas, así como también los papeles murales, diseñados con figuras y patrones (o patterns). El verde esmeralda es la tonalidad del año, de acuerdo al Instituto Pantone, autoridad mundial en este ámbito.

Metalizados

Hace dos años, las tonalidades oro entraron con fuerza en las vitrinas y paulatinamente se ha ido incorporando el resto de la paleta metalizada, colores se combinan unos con otros, y donde los líderes naturales son el cobre y el dorado. El efecto que genera su uso es potente, tanto en iluminación como para comunicar cuan al día estamos con la moda en decoración.

Tonos pastel

El rosa pálido y el celeste también son colores destacados por el Instituto Pantone para este año. La flor del pájaro se ha vuelto una figura recurrente para usar con estas tonalidades, mejor aún si se usa como un patrón, o vinculándose con artistas de moda. Permiten vitrinas amigables y suaves, también recomendables para proyectos invernales.

Nuevas tecnologías

La vitrina dejó de ser un espacio estático. Ha entrado con fuerza el uso de pantallas y otros elementos multimediales, que permite innovaciones, movimiento, juegos de luces y mayor interacción con el espectador. Es así posible tener escaparates con información distinta, aumentando su atractivo.

Neón

Muy de moda en el siglo pasado, este recurso se dejó de usar por su alta complejidad. Pero hoy, con los avances en el ámbito de la iluminación y la tecnología led, ha vuelto con fuerza, posicionándose nuevamente, sobre todo en la entrega de mensajes. Permite generar circuitos de luces y generar movimiento al interior del escaparate.