Son jóvenes que nacieron en un mundo digital, virtual, online. Nacieron junto a los ipads, con Google encabezando la revolución de internet. Ser tecnológicos está en su ADN. Cualquiera que tenga un hijo menor de 18 años en su casa sabe que ellos son los especialistas en Snapchat, Instagram, Youtube, Netflix y cuanta app se cruce en su camino.

La tecnología es una extensión de ellos mismos, la han usado para divertirse, para estudiar en el colegio, para informarse, socializar. Esta ventana al mundo hace que sean un grupo globalizado y abierto al mundo como nunca antes lo estuvo ninguna generación. Ellos están literalmente a un clic de cualquier información disponible, lo que los convierte en poderosas audiencias que traspasan barreras de tiempo y espacio así como culturales, sociales o nacionales.

Son un grupo muy orientado a lo visual. Dominan con maestría el lenguaje visual. Les gusta verse, grabarse, fotografiarse y no tienen pudor en compartir estas imágenes y videos. Son productores de contenidos audiovisuales. Se muestran estratégicamente, con filtros apropiados y en momentos indicados, en sus poses más cool, sabiendo que están siendo observados y comentados por sus pares. Ver y ser vistos es para ellos conseguir likes, followers, adeptos en sus múltiples redes sociales.

Para llegar a ellos las grandes firmas ya están desarrollando publicidad y campañas para sus redes sociales. Ya no se trata de poner un aviso en una red social, sino entrar en ellas con algún mensaje publicitario potente. Videos de moda que se borran tras algunas horas en Snapchat, microfilms virales como Tasty para captar su atención desde un smartphone y promociones, son comunicadas en el mundo de las redes sociales, donde los Centennials están socializando.

¿Qué quieren?

Los Centennials quieren ser parte activa de la sociedad en que viven. Son hacedores de cosas, emprenden, crean e inventan. Si no saben cómo lograr algo, recurren a  tutoriales online para autoinstruirse hasta que dan con el cómo.  En este sentido, es una generación de mucho empuje que se involucra en procesos creativos donde el factor originalidad es crucial, ya sea por amor al arte pensando en negocios u oportunidades laborales.

Muy de la mano con lo anterior, los Centennials son ávidos buscadores de la autenticidad. Están conscientes de los desafíos éticos y ecológicos planetarios y muchas veces toman cartas en el asunto. En términos generales van por lo saludable y lo sano y algunos incluso se inclinan hacia lo vegano, una macro tendencia post boom orgánico que se viene observando desde hace años en países desarrollados y en vías de desarrollo.

Los  Centennials son una generación que no conoce los impedimentos. Su  acceso a la información sin precedentes se traduce en un empoderamiento. Han podido compartir sus ideas, inspirarse en otras tantas, plasmar sus inquietudes y apropiarse de la tecnología. Revolucionan las ferias científicas e incluso los negocios. Toman espacios de liderazgo mundial como lo demuestran algunos de sus líderes icónicos Malala o Jack Andraka, entre otros.