El veganismo, movimiento que rechaza el uso de productos derivados de animales, ha tenido un gran auge en los últimos 5 años en buena parte del planeta. Solo en EE.UU. los veganos pasaron de ser el 1% al 6% de la población en este período, según Food Revolution Network. Por su parte, la consultora Lantern estima que en España hay unos 3,5 millones de veganos y que al 2020 este nicho movería 5 mil millones de euros.

En Chile aún no hay cifras formales acerca de la cantidad de veganos, pero a juzgar por la proliferación de productos etiquetados para veganos en tiendas especializadas y en supermercados, se puede ver que la tendencia ya llegó a nuestro país. De hecho, el diario online El Mostrador publicó hace unas semanas la noticia de que llegó a Chile V Label, la certificación internacional más reputada en el etiquetado de productos veganos.

¿Cómo son?

Los veganos se dividen en dos: los que adoptan esta postura en su dieta alimenticia y los que la siguen como estilo de vida. Estos últimos son los más radicales: descartan el uso de cualquier producto de origen animal, ya sea en su alimentación, en la ropa que usan y en todas las esferas de su vida cotidiana. Los mueve proteger a los animales y evitar las consecuencias negativas de la producción de carne en el medio ambiente, en particular su incidencia en el cambio climático.

Son consumidores altamente informados, conscientes y motivados por ejercer su derecho a rechazar cualquier producto que contenga algún componente animal. Leen hasta la letra más chica de las etiquetas. Además buscan educar y concientizar acerca de los beneficios en la salud humana de seguir una dieta y un estilo de vida basado en productos vegetales. Sus banderas de lucha son la protección animalista y la creencia de que la explotación animal acarrea problemas medioambientales.

El veganismo como macrotendencia abre oportunidades para múltiples industrias, no solo la alimentaria. La moda, la belleza y hasta la industria de la mueblería y decoración ya apuntan a conectar con los veganos ofreciendo ropa, cremas, shampoos, muebles y objetos decorativos 100% vegetales. Los veganos rechazan la lana, el cuero y cualquier derivado de los animales.