De acuerdo a la Ley de Protección de Derechos de los Consumidores, los clientes solo cuentan con derecho a retractarse de su compra en las siguientes situaciones:

• En la compra de bienes y contratación de servicios en reuniones convocadas o concertadas con dicho objetivo por el proveedor y en que el consumidor deba expresar su aceptación dentro del mismo día de la reunión.
• En los contratos por medios electrónicos, y en aquellos en que se aceptó una oferta realizada a través de catálogos, avisos, o comunicación a distancia, amenos que el proveedor haya dispuesto expresamente lo contrario.
• En el caso de servicios educacionales de niveles superior, proporcionadas por centros de formación técnica, institutos profesionales y universidades, sin pago alguno por los servicios profesionales no prestados, salvo retención por concepto de costos de administración y un monto de la matrícula, que no podrá exceder al 1% del arancel anual del programa o carrera.

Por el contrario, el consumidor no puede ejercer el derecho a retracto cuando:

• Las compras se hayan realizado de manera presencial.
• El producto se haya deteriorado por culpa del consumidor.
• El proveedor de bienes o servicios ofrecidos a través de comercio electrónico haya excluido el derecho a retracto mediante una cláusula publicada en sus sitios web.

¿Y qué ocurre cuando el retracto opera con respecto a un bien o servicio comprado con crédito?

El crédito queda sin efecto, pero los intereses generados hasta el momento del retracto son de cargo del consumidor.

Si quieres más información sobre los derechos y deberes de los consumidores, consulta la Guía Práctica de la ley del Consumidor elaborada por la Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo de Chile descargándola aqui .