Hace menos de una década Instagram era un experimento que sonaba divertido. Partió como una red social que permitía compartir fotos en formato cuadrado, en homenaje a las antiguas Polaroids. Ofrecía filtros que hacían más entretenidas las imágenes. La opción de editar o personalizar -de manera muy simple e intuitiva- fue algo que la gente simplemente amó. El 2012 fue adquirida por el gigante Facebook y un año después añadió la posibilidad de etiquetar a personas, marcas y lugares. Para entonces, ya era un fenómeno de las redes sociales a nivel global.

Instagram logra inspirar y conectar gente de una manera muy visual. Personas, marcas, celebridades, todos quieren ver y ser vistos en esta plataforma. Hoy tiene más de mil millones de cuentas activas al mes según Jumper Media. No extraña entonces que sea la plataforma regalona del marketing digital, en particular si uno busca llegar a un público más juvenil y abierto a las nuevas tecnologías.

En nuestro país Instagram es la segunda red social más utilizada por los jóvenes y adultos jóvenes, después de WhatsApp y la tercera más popular entre los mayores de 50 años, de acuerdo al estudio Uso de Redes Sociales de la Asociación Nacional de Avisadores (ANDA).

Las nuevas funcionalidades que se han ido sumando han influido positivamente. Las imágenes en movimiento captan la mayor cantidad de miradas en cualquier red social. Al principio solo se mostraban fotos, pero ahora se pueden compartir videos de hasta 1 minuto que son muy atractivos para los usuarios que buscan consumir información, principalmente desde sus dispositivos móviles.

Por lo mismo, otra de sus nuevas herramientas, las “stories” (historias) ha resultado ser un éxito mundial. A diferencia de los videos, las stories solo duran unas horas y luego desaparecen. Como estrellas fugaces, suelen ser devoradas por un público ávido de novedades que no quiere perderse nada.

Instagram -como la gran vitrina online que es- permitió que grandes y pequeñas empresas pudieran mostrar tanto sus productos como sus ideas y sus propuestas estéticas. Instagram pavimentó el surgimiento de los influencers, esos embajadores - promotores de distintas marcas que muestran y comentan sus bondades en sus posteos en esta red social. Ya sea un ingrediente para cocinar que recibe una mención en un posteo o una prenda de vestir que se muestra en una historia, todo se luce en esta plataforma global que se ha convertido en una gran vitrina digital.

Ojo con Instagram Shopping, una funcionalidad que aún no llega a Chile, pero que en otros mercados ya permite comprar a través de esta red social.