Creada el 2016 y con récord de descargas a nivel mundial en iPhones en 2018, esta red social la lleva entre quienes transitan hacia el final de su infancia. Permite crear muy ágilmente mini videos verticales -de 3 a 15 segundos- para compartirlos en forma instantánea con amigos y virtualmente con todo el mundo. En esta app, por defecto, todos son amigos, no es necesario aceptarlos a diferencia de otras redes sociales. Eso sí, ofrece herramientas de control parental para regular el contenido. También acepta avisadores y hace poco ha estado probando con el e-commerce, ofreciendo la opción de redirigir a los usuarios hacia sitios web de compras.

TikTok viene dotada de un poderoso algoritmo que rápidamente detecta las preferencias e intereses de sus usuarios para proponerles videos que, a ciencia cierta y matemáticamente, les gustarán. Ahí está su poder: invita a los usuarios a consumir más y más videos, con música, stickers, efectos y filtros. Con solo tres años de vida, ya cuenta con 800 millones de usuarios activos en todo el mundo -llamados TikTokers- de acuerdo a Digitalbrands.cl.

Atributos y potencial

Pero TikTok no solo invita a consumir contenido pasivamente, también es una carta abierta para crear micro contenidos audiovisuales, ad hoc con la tónica de los memes que conocemos (y que muchas veces compartimos). Aquí todos pueden ser artistas, expresar sus miradas, emociones e ideas con esta herramienta creativa. Valgan los sellos de advertencia: su flujo inagotable de contenido es potencialmente adictivo para niños y jóvenes nativos digitales.

Expertos en nuevas tecnologías destacan que TikTok es una clase magistral de inteligencia artificial, captura de imágenes y reconocimiento facial. Como si fuera poco, permite sincronizar ritmos, efectos especiales con un alto grado de sofisticación tecnológica. Todos estos atributos enganchan a la perfección con la generación de nativos digitales que viven gran parte de sus relaciones sociales a través de un smartphone.