Las nuevas cocinas oscuras:
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TweetLa pandemia nos impulsó a quedarnos en casa, lo que aceleró tres fenómenos que han sido muy notorios en este último tiempo:
Se trata de lugares donde la comida se prepara, empaqueta y despacha, sin atención de público. Son cocinas pensadas y adaptadas exclusivamente para el delivery.
Por lo general se ubican en lugares de alta densidad y buena conexión vial para cumplir con su propósito: llegar rápida y eficientemente al consumidor a través de las distintas opciones de delivery que se ven en las calles de Santiago y otras ciudades del país, con sus equipos de repartidores en bicicletas o motos.
Entre las ventajas del modelo de las dark kitchens destaca su menor inversión, ya que no se necesita decorar o brandear el local, ni entrenar o mantener garzones, baristas u otro personal de apoyo. En un dark kitchen pueden funcionar los fogones y hornos de conocidos restoranes físicos que tienen sus puertas cerradas o sus operaciones restringidas, pero también otros que solo funcionan virtualmente y que nunca ofrecerán una mesa donde ir a sentarse.
Las ventajas también se extienden al consumidor ya que, a través de las dark kitchens –que agrupan a varias marcas-, se logran buenos acuerdos de precios con proveedores, permitiendo bajar costos logísticos asociados a la entrega de las materias primas. De esta manera, logran ofrecer una carta a precios convenientes.
Este modelo dark ya se está implementando en nuestro país y en otros sectores del retail, como supermercados y grandes tiendas, tomando mucho del formato mayorista e incluso hipermayorista. Buscan aprovechar el auge del comercio electrónico y el despacho a domicilio, dos grandes ganadores post pandemia que llegaron para quedarse.