Sin ventas no hay cobros

Re-commerce:

Una moda en alza

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La venta de ropa, calzados y accesorios usados a través del comercio electrónico ha despegado también en Chile, impulsada por un público que busca opciones de consumo más sustentables, tendencia que surgió post pandemia.

La industria de la moda carga con la mala fama de ser contaminante, promover el sobreconsumo y generar toneladas de basura acumulada penosamente en vertederos. Muchas marcas se han hecho cargo de esta realidad y han desarrollado estrategias para hacer más limpia su operación y al mismo tiempo sintonizar con los consumidores que exigen mejores estándares de cuidado ambiental.

La reventa de prendas usadas a través de internet surgió como una respuesta atractiva, tanto marketera como financieramente. Se le llamó re-commerce, aludiendo a las famosas 3 R (reducir, reutilizar y reciclar) y al e-commerce.

Características

A diferencia de la tienda de ropa usada tradicional, el re-commerce se mueve online, sin tienda física. Muchas veces es la misma marca la que se empodera e integra la opción de compra y venta de sus prendas por internet como una segunda línea. Otras veces son tiendas virtuales que se dedican a comprar, seleccionar y vender a través del canal de ventas electrónico. En ambos casos, se hace hincapié en el aporte verde: reducción de la huella de carbono y los desechos generados por la “fast fashion”, entre otros.

Un estudio de la consultora Boston Consulting Group (BCG) de fines del 2020 reveló que el mercado de la venta de segunda mano crecerá a un ritmo de 15 a 20% al año, hasta el 2025. En países que cuentan con un mayor desarrollo del comercio electrónico, estas cifras de crecimiento anual podrían ser mucho más abultadas, llegando incluso al 100% de incremento cada año, de acuerdo al análisis de BCG.

El precio más asequible, la disponibilidad de productos vintage o exclusivos son atributos que empujan al consumidor eco consciente a preferir las prendas de segunda mano y contribuir activamente a reducir la huella de carbono, la contaminación y la basura. El modelo de negocio se aleja del comprar-usar-botar y se acerca al devolver-renovar, en la búsqueda de un comercio próspero a largo plazo.

Los potenciales consumidores incluso son invitados a ser parte de la cadena virtuosa, ya que si venden sus prendas pueden recibir en compensación dinero o un cupón para ser usado en la misma plataforma, generando un vínculo de confianza y lealtad muy valioso.

Algunos casos de éxito en Chile y el mundo para conocer e inspirarse:

Larga vida

El sello de la marca de ropa outdoor Patagonia ha sido la calidad y el diseño atemporal, atributos que le permiten revender sus prendas que no pasan de moda. Desarrollaron un sitio propio para tomar control del mercado de la reventa de sus productos, Ir al sitio web

Jeans eternos

Conscientes de que sus prendas son queridas e incluso veneradas por muchas generaciones, Levis también optó por desarrollar una plataforma propia para revender online sus icónicos pantalones y chaquetas de mezclilla, Ir al sitio web

Pioneros

Los suecos Sellpy fundaron el 2014 este sitio de compra y venta online de ropa usada que revende múltiples marcas populares en Europa. A la fecha han vendido más de 10 millones de ítems, Ir al sitio web

Nacido en Chile

Vestua partió como un experimento universitario y hoy es un gran closet comunitario en movimiento que incluso se expandió a México, cuenta con una alianza con Paris y acaba de recibir una inversión de la gigante H&M. Cabe destacar que es la primera vez que H&M invierte en una startup latinoamericana y lo hizo buscando “respaldar negocios circulares”, según informó recientemente El Mercurio.

Segmento lujo

The Real Real lleva más de una década extendiendo el ciclo de vida de ítems lujosos, los que son revendidos a precios atractivos. Su propuesta de valor es vender la mejor calidad al mejor precio, Ir al sitio web

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