1 Conoce a tu público para conectar y captar su atención con elementos o mensajes que le hagan sentido. Una y otra vez debemos preguntarnos quiénes son nuestros clientes para entender sus motivaciones y poder crear vitrinas que sintonicen y los atraigan.

2 Ten un tema claro y enfocado al momento de crear una vitrina. ¿Qué quiero decir?, ¿cómo logro decirlo?, ¿qué elementos uso para comunicar mejor el tema puntual que anima mi vitrina? Todas estas son preguntas fundamentales para crear una vitrina que haga sentido y que tenga una intención delineada.

3 Muy de la mano con el punto anterior, toda vitrina debe contar con un punto focal definido y profundamente relacionado con el tema central para captar la atención del transeúnte y que a la vez le permita diferenciarse de las vitrinas vecinas. En barrios comerciales es crucial no ser una vitrina más y lograr destacarse. Se recomienda poner el punto focal al nivel de los ojos del consumidor y preguntarse si está viendo lo que uno quiere comunicar.

4 Menos es más. Hay que evitar la tentación de aprovechar el espacio para mostrar la mayor cantidad de productos. Muy por el contrario, hay que seleccionar bien los productos que más inspiran esta temporada para mostrarlos conociendo los gustos de su audiencia, con un tema claro y coherente y un punto focal tan llamativo que capte las miradas.

5 Interactúa con la vitrina para sacarle mayor provecho. Mírala desde afuera, como un cliente potencial. Tómale fotos y ve si luce fotogénica o no. Haz los ajustes necesarios y una vez que estés feliz con ella, muéstrala en tus redes sociales para invitar a tus seguidores a la tienda física. Y si tu rubro lo permite, rota los productos en exhibición cada cierto tiempo para llamar la atención y mostrar cosas novedosas con cierta frecuencia.