Algunos años atrás muchas personas preferían ocultar aspectos centrales de sus vidas en sus ambientes laborales. Por temor, desconfianza y un sinfín de razones, los trabajadores disimulaban o escondían su orientación sexual o preferían omitir su origen étnico, por citar dos ejemplos, temiendo ser discriminados en sus lugares de trabajo.

“Diversidad, equidad e inclusión (DEI) se utiliza para describir tres valores que muchas organizaciones hoy se esfuerzan por encarnar para ayudar a satisfacer las necesidades de personas de todos los ámbitos de la vida... Las empresas que son diversas, equitativas e inclusivas están en mejores condiciones de responder a los desafíos, captar los mejores talentos y satisfacer las necesidades de diferentes bases de clientes”, explican desde la consultora internacional McKinsey.

Las empresas hoy buscan que en sus filas exista un variado abanico de personas, acogiendo la multiculturalidad y las diferencias que existen en la sociedad por un asunto de principios, pero también porque es un buen camino. En el caso del comercio minorista esto se traduce en llegar a una mayor variedad de consumidores, en especial a las generaciones más jóvenes.

“Para que las empresas y organizaciones puedan desarrollarse y prosperar en el mundo moderno, deben estar comprometidas con la DEI. Se ha demostrado que las empresas que fomentan la diversidad y la inclusión en sus equipos son más innovadoras y creativas, atraen y retienen más talento, y tienen una mejor reputación en la sociedad. Además, la equidad es fundamental para garantizar una justicia social en nuestras comunidades. En este sentido, es importante que las empresas establezcan políticas claras para fomentar la diversidad y la inclusión en su lugar de trabajo y se comprometan a llevar a cabo estrategias para garantizar la equidad. Estas políticas pueden incluir medidas para eliminar el sesgo inconsciente en los procesos de selección, promoción y evaluación del desempeño de los trabajadores, así como la creación de un ambiente laboral seguro e inclusivo, donde las personas se sientan cómodas para expresarse y compartir sus ideas sin temor”, explica Vicente Sanz, coach laboral español.

De acuerdo al informe Análisis laboral Chile 2024 de Adecco, en la última década los valores DEI han “emergido como pilares fundamentales del modelo empresarial, trascendiendo más allá de meras políticas de cumplimiento. La convergencia de la diversidad en sus distintas dimensiones, como la equidad e igualdad de oportunidades y la inclusión como práctica de ética cotidiana, no sólo garantizan una fuerza laboral más representativa, sino que también fortalecen los procesos de innovación, la creatividad y la capacidad para adaptarse al cambio entre otros muchos beneficios. A medida que la sociedad avanza hacia una conciencia más profunda, las empresas que lideran la DEI se posicionan como protagonistas en un escenario empresarial cada vez más competitivo en el que se buscan compañías auténticas”.

Todos podemos beneficiarnos de una cultura laboral abierta a valores DEI. Trabajadores, por cierto, pero también consumidores y prospectos que dan valor a la aceptación de las diferencias, al hecho de que nos pueden unir y potenciar como humanos.