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TweetA juicio de esta consultora, los chilenos buscan la conveniencia y la omnicanalidad, entendida esta como la integración entre tiendas físicas y el comercio electrónico, abarcando todos los canales o medios de comunicación de la empresa o negocio. Los consumidores de nuestro país también prefieren las experiencias de compras personalizadas y valoran la rapidez y fluidez del proceso de compra, tanto en el comercio físico como online. La compra debe ser sencilla y fácil, sin mayores trámites ni trabas.
El consumidor actual también es más exigente y cambiante, todo un desafío para los comerciantes. “El consumidor es más informado, menos fiel y más estratégico: puede elegir productos premium para ciertas ocasiones y opciones económicas para otras. Cambia de canal y de marca con facilidad”, explica Pilar Lamana, de GOTOMARKET.
Tomando este contexto general, es importante tener estas cuatro tendencias en mente:
“Mayor sensibilidad al precio, pero con foco en el valor”: el cliente no quiere pagar de más, pero está abierto a un equilibrio entre calidad y costo. Concretamente, está dispuesto a pagar un precio más alto si recibe algo a cambio, por ejemplo, mayor calidad o beneficios que se perciben como reales, como es el caso de los alimentos funcionales.
“Omnicanalidad consolidada”: sus estudios indican que un comprador promedio en Chile usa 8,4 canales al año (comercio electrónico, aplicaciones -apps- tiendas físicas del canal tradicional, almacenes y comercios de barrio, incluso malls chinos). La omnicanalidad demuestra que coexisten los distintos canales. A veces se opta por la compra online, pero eso no ha desplazado a la compra de cercanía.
“Influencia del tiempo libre y redes sociales”: los pasatiempos (como ver películas, el tiempo dedicado a la navegación en internet y el consumo de redes sociales: TikTok, Instagram y en menor medida Facebook) impactan en las decisiones de compra de los hogares. Por eso mismo, si aún estás pensando si tu negocio podría beneficiarse con las redes sociales para promoverlo, la recomendación es ¡hazlo ya!
“Bienestar como motor de consumo”: alimentos saludables, funcionales, las proteínas en nuevos formatos, productos naturales y menos procesados, opciones artesanales son vistos con buenos ojos por los consumidores. El consumidor sabe que un estilo de vida sano trae aparejado decisiones de compras más conscientes. Se vive un boom del comercio asociado al bienestar, que abarca desde el mercado de las vitaminas al deportivo, pasando por la alimentación, belleza y la salud física y mental.