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Ecoembalajes:

Tendencia a nivel mundial

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Las imágenes de los océanos llenos de basura y de peces muertos tras ingerir plástico han impactado fuerte en los consumidores. Son ellos quienes impulsan a los productores a hacer más limpia su cadena productiva, lo que incluye a los envases y empaques.

Cada día con más fuerza los consumidores están prefiriendo las marcas y productos que se suman a la tendencia de minimizar su impacto medioambiental. El desafío de los embalajes sustentables es dar con una solución que no suba los costos del producto, pero que al mismo tiempo cumpla con los estándares ambientales actuales y representen fielmente la imagen de su marca.

¿Qué define al packaging sustentable? Son fabricados sin exceso de materias primas, no deben requerir un uso intensivo de recursos naturales (agua y energía) y no deben generar contaminación en su producción.

Líneas de ecoembalajes

La tendencia del ecoembalaje a nivel mundial se divide en tres grandes líneas: ofrecer envases que sean reciclables, reutilizables y aquellos que usan el mínimo de recursos posibles.

Reciclables:

Nada garantiza que un envase reciclable termine en un punto limpio, en vez de un vertedero o una playa. Y si llega a un centro de acopio de residuos, se requieren procesos que implican mucha energía para lograr que finalmente sean reciclados. Desde una perspectiva medioambiental es un esfuerzo loable, pero potencialmente poco eficiente. De todas maneras, los consumidores los prefieren a los materiales de un puro uso.

Reutilizables:

Usar una y otra vez un envase requiere de un cambio de conducta en los consumidores y, a la vez, en los productores que tienen que elegir materiales que resistan el uso, la esterilización y otros procesos industriales que permitan el reuso. Preferir este tipo de envases solo sirve si son efectivamente reutilizados durante su ciclo de vida.

Embalaje justo:

Se utiliza solo lo mínimo necesario, con materiales reciclables o reutilizables evitando componentes desechables o de un puro uso. Se requiere hacer un buen análisis de todos los elementos que componen el embalaje para asegurar que su destino final no sea terminar como basura. Adiós a las cintas de regalos plásticas, stickers y otros elementos que no sean fácilmente degradables.